Mi testimonio con la crema de tomillo

04.07.2019

Hace 17 años conocí la crema de tomillo... ¡y me cambió la vida!

Mi hija Camila sufría de alergia asmática. Vivíamos en Puerto Montt, por lo cual a causa del clima se empeoraba su condición. Ella usaba dos inhaladores a permanencia y tratamiento con corticoides.

Un día, una apoderada de su curso (que era consultora Just) me pasó una crema de tomillo para que la usara con Camila. Yo le señalé que no creía en esos tratamientos alternativos, pero mi hija estaba tan mal que decidí probar. 

Comenzamos a usarla y al poco tiempo me di cuenta que Camila ya no necesitaba tanto inhalador, y que sus bronquios se escuchaban más despejados sin su característico ruido de gato.

La crema de tomillo hizo un cambio en la salud de mi hija. Quiero que sepan que nada es mágico. El éxito, como en todo tratamiento, depende de que se aplique en forma preventiva y constante. Los invito a cuidar la salud de sus hijos de una forma más natural y menos invasiva. Una vez que la prueben, se enamorarán de ella!

Hoy Camila tiene 22 años y su salud mejoró radicalmente. Nunca más dependió del uso de un inhalador.